Guía de trabajo para profesionales sensibilizados con el maltrato en la gente mayor adulta que permite organizar sesiones formativas en las que los participantes, a través de la lectura y el análisis del cuento “Al fondo a la derecha”, tomaran conciencia de la existencia del maltrato socialmente normalizado.
Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
FUNIBER-El maltrato sutil también es maltrato
1. Edita: Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya
Año: 2017
Coordinación: Grupo de trabajo de Psicología del Envejecimiento
Colaboración: Carmen Hurtado Pedrosa. Trabajadora Social y autora del cuento
Diseño: TheConcept
Ilustración: Víctor Macarulla
Con el soporte de:
2. El maltrato sutil también es maltrato
Guía didáctica del cuento
Al fondo a la derecha
3.
4. INTRODUCCIÓN
El día 15 de junio de 2015, Día Mundial para la Concienciación sobre el Abuso y Maltrato en
la Vejez, el Grupo de Trabajo de Psicología del Envejecimiento del COPC presentó, en la
Facultad de Educación y Trabajo Social Pere Tarrés, tres cuentos escritos por la Trabajadora
Social Carmen Hurtado bajo el lema “Esto está pasando cerca de ti”.
La respuesta de los asistentes y el interés mostrado en la continuidad de la campaña nos
animaron a continuar trabajando para informar y sensibilizar a la población acerca del
maltrato sutil hacia los mayores.
Teniendo en cuenta la magnitud de esta problemática y el gran hermetismo que la
acompaña, pensamos que una buena manera de hacer visible este tipo de maltrato sería
ayudar a detectarlo. Demostrar que, tras ciertas actitudes y comportamientos socialmente
aceptados, se esconden acciones abusivas hacia las personas mayores y que la sociedad
ignora, normaliza o silencia.
A partir de esta idea comenzamos a elaborar una guía de trabajo para profesionales
sensibilizados en este tema que les permitiera organizar sesiones formativas en las que los
participantes, a través de la lectura y el análisis del cuento “Al fondo a la derecha”, tomaran
conciencia de la existencia del maltrato socialmente normalizado.
Con esta guía se pretende colaborar en la campaña “El maltrato sutil también es maltrato” y
ayudar a poner en práctica el buen trato a las personas mayores.
Grupo de Psicologia del Envejecimiento
5. OBJETIVO GENERAL
Dotar a profesionales de diferentes ámbitos de una herramienta didáctica para trabajar
el tema del maltrato a las personas mayores, a través de la lectura de un cuento y la
reflexión y el debate que se puedan generar de ésta.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Sensibilizar a la población de la existencia del maltrato sutil en la vejez.
Promover la detección de comportamientos socialmente adquiridos que suponen un mal
trato sutil hacia los mayores.
Conocer los tipos de maltrato más frecuentes.
Reflexionar sobre la visión de la sociedad respecto a la vejez.
A QUIÉN VA DIRIGIDA ESTA GUÍA
A profesores de ciclos formativos en el ámbito de la vejez.
A educadores de adolescentes y jóvenes, para fomentar en los alumnos el buen trato a
los mayores y sensibilizarlos en la detección del maltrato en la vejez.
A profesionales que trabajen en la atención a personas mayores interesados en tratar este
tema con sus equipos de trabajo y/o sus usuarios.
A profesionales que estén en contacto con otros colectivos que puedan ser sensibles a
este problema.
6. METODOLOGÍA
La metodología consiste en la lectura del cuento “Al fondo a la derecha” y, a partir de ésta,
generar debate y posterior reflexión. Para ello se propone:
Definir los diferentes conceptos clave: vejez, estereotipos, maltrato y buen trato.
Leer el cuento y analizar el contenido y sus personajes.
Plantear preguntas relacionadas con los conceptos clave que serán el soporte para
generar el debate.
Proponer ideas para evitar el maltrato a las personas mayores y dotarlas de su valía social.
CONCEPTOS CLAVE
VEJEZ La vejez es una etapa más de la vida. En ella se producen una serie de cambios
físicos, psicológicos y sociales. A medida que las personas envejecen se van diferenciado
funcionalmente y socialmente, debido a factores ambientales y genéticos y a los estilos de
vida practicados por la persona a lo largo de su vida. Cada persona envejece de una manera
y a un ritmo diferente y, por ello, existen tantas diferencias entre personas mayores con la
misma edad. Por tanto, la diversidad es una característica que destaca especialmente en la
vejez.
No existe una edad concreta que establezca el comienzo de la vejez. En España se
considera persona mayor a partir de los 65 años por su coincidencia con la edad de
jubilación.
7. ESTEREOTIPOS Los estereotipos son ideas o pensamientos aceptados por la mayoría de las
personas como representativos de un determinado colectivo. En el caso de la vejez, estas ideas
suelen estar asociadas a aspectos negativos y las podemos observar tanto en la sociedad en
general como en los profesionales que atienden a las personas mayores e incluso en ellas
mismas. En ocasiones, los estereotipos también derivan en ideas discriminatorias contra los
mayores como, por ejemplo, que todas las personas mayores son iguales, están socialmente
aisladas, están enfermas, pierden la memoria, son inactivos sexualmente, son una carga y no
tienen nada que aportar a la sociedad… Los estereotipos hacia las personas mayores son
negativos y peligrosos porque pueden funcionar, a veces, como auto profecía: “si esperamos
incapacidad y dependencia, es probable que nos comportemos de manera que la fomentemos,
reduciendo las oportunidades para que los mayores se comporten de manera diferente” (Triadó
y Villar, 2006). Los estereotipos sobre las personas mayores afectan a cómo son tratadas y
suelen tener un impacto negativo en el bienestar y calidad de vida de estas personas.
MALTRATO EN LA VEJEZ Definir el maltrato es complejo. Podemos considerar maltrato
aquel acto que causa daño o sufrimiento a una persona mayor, o la falta de medidas para
evitarlo, que se produce en el contexto de una relación de confianza. Nos referimos a todo
acto que vulnere la integridad física, psíquica, sexual o económica, el principio de autonomía
o cualquiera de los derechos fundamentales de la persona, sin importar la intencionalidad,
quien lo realiza ni dónde tiene lugar: familia, comunidad o instituciones.
Nos encontramos, pues, ante diferentes tipos de maltrato de entre los que destacamos los
siguientes:
8. Psicológico: Es infligir angustia, pena o estrés a través de actos o palabras. Incluye todaEs infligir angustia, pena o estrés a través de actos o palabras. Incluye toda
agresión verbal, amenazas, abuso emocional, malestar psicológico y cualquier acto deagresión verbal, amenazas, abuso emocional, malestar psicológico y cualquier acto de
intimidación y humillación cometido contra una persona mayor, así como decidir sobreintimidación y humillación cometido contra una persona mayor, así como decidir sobre
su futuro sin contar con su opinión (burlas, aislamiento social, menosprecio, insultos…).su futuro sin contar con su opinión (burlas, aislamiento social, menosprecio, insultos…).
Físico: Acción que causa daño o lesión física llevada a cabo por parte de otros (golpear,Acción que causa daño o lesión física llevada a cabo por parte de otros (golpear,
abofetear, quemar, encerrar, sedación abusiva…).abofetear, quemar, encerrar, sedación abusiva…).
Económico: Uso indebido de los bienes y propiedades de una persona mayor (realizarUso indebido de los bienes y propiedades de una persona mayor (realizar
gastos o retirada de dinero, cambios repentinos en cuentas bancarias, testamentos…).gastos o retirada de dinero, cambios repentinos en cuentas bancarias, testamentos…).
Abuso sexual: Cualquier contacto sexual para el que la persona mayor no haya dado suCualquier contacto sexual para el que la persona mayor no haya dado su
consentimiento por no ser consciente, por haber sido forzada o porque se produceconsentimiento por no ser consciente, por haber sido forzada o porque se produce
mediante engaño (caricias, tocamientos, penetración…).mediante engaño (caricias, tocamientos, penetración…).
Negligencia: Todo acto de omisión, fallo intencional o no intencional en el cumplimientoTodo acto de omisión, fallo intencional o no intencional en el cumplimiento
de la atención a las necesidades vitales de una persona mayor que no puede realizarlasde la atención a las necesidades vitales de una persona mayor que no puede realizarlas
por sí misma (malnutrición, deshidratación, higiene personal…).por sí misma (malnutrición, deshidratación, higiene personal…).
Abandono: Dejar a la persona mayor sola o desamparada de manera voluntaria cuandoDejar a la persona mayor sola o desamparada de manera voluntaria cuando
necesita ayuda, ya sea en el propio hogar o en una institución.necesita ayuda, ya sea en el propio hogar o en una institución.
Vulneración de los derechos: Consiste en la agresión, la privación o el no reconocimientoConsiste en la agresión, la privación o el no reconocimiento
de derechos fundamentales como la dignidad, el respeto, la intimidad, la confidencialidad,de derechos fundamentales como la dignidad, el respeto, la intimidad, la confidencialidad,
la participación y el derecho a decidir.la participación y el derecho a decidir.
9. Maltrato sutil: Podría entenderse como aquél que es socialmente normalizado yPodría entenderse como aquél que es socialmente normalizado y
aceptado, pues los estereotipos negativos de la sociedad lo retroalimentan. Se sueleaceptado, pues los estereotipos negativos de la sociedad lo retroalimentan. Se suele
producir en entornos íntimos y cercanos a la víctima y por ello son fácilmente ocultados.producir en entornos íntimos y cercanos a la víctima y por ello son fácilmente ocultados.
Su invisibilidad tiene que ver con la falta de denuncia del agredido y con la integraciónSu invisibilidad tiene que ver con la falta de denuncia del agredido y con la integración
cultural de estas acciones en los agresores. Ejemplos sencillos de este tipo de maltratocultural de estas acciones en los agresores. Ejemplos sencillos de este tipo de maltrato
podrían ser: el paternalismo, los reproches de los cuidadores por el estrés de lapodrían ser: el paternalismo, los reproches de los cuidadores por el estrés de la
sobrecarga, comentar asuntos de la persona mayor como si ella no estuviera presente,sobrecarga, comentar asuntos de la persona mayor como si ella no estuviera presente,
tomar decisiones sobre asuntos que le competen sin haberle consultado antes, dar portomar decisiones sobre asuntos que le competen sin haberle consultado antes, dar por
sentado que las personas mayores siempre tienen tiempo libre y que su tiempo es menossentado que las personas mayores siempre tienen tiempo libre y que su tiempo es menos
valioso que el de los más jóvenes, que el médico se dirija al acompañante de la personavalioso que el de los más jóvenes, que el médico se dirija al acompañante de la persona
mayor en lugar de a ella misma, tener menos en cuenta la opinión de la persona mayor, omayor en lugar de a ella misma, tener menos en cuenta la opinión de la persona mayor, o
frases como “A tu edad qué esperas”, “Las personas mayores son como niños”, “Hazlofrases como “A tu edad qué esperas”, “Las personas mayores son como niños”, “Hazlo
tú, como no tienes nada que hacer”, “Las personas mayores se vuelven egoístas”, “Ya lotú, como no tienes nada que hacer”, “Las personas mayores se vuelven egoístas”, “Ya lo
hago yo que tú no sabes, o no puedes, o no debes…”.hago yo que tú no sabes, o no puedes, o no debes…”.
BUEN TRATO El buen trato implica un reconocimiento de las posibilidades físicas y
emocionales de los demás, empatía que permita ponernos en el lugar del otro, posibilidad
de interaccionar positivamente, comunicación efectiva que permita, a través del lenguaje
verbal y no verbal, conocer y expresar las necesidades y deseos nuestros y de los demás, y
negociación para ser capaces de resolver los conflictos que aparecen en el día a día
(Ayuntamiento de Madrid, 2013).
10. Al fondo a la derecha
LECTURA DEL CUENTO
Los jueves acostumbro a ser puntual a la cita. Declino bajar a desayunar con otros
compañeros de trabajo y desaparezco hacia mi destino, la cafetería de Urgell con Aragón. No
queda lejos de la oficina, pero sí lo suficiente para asegurarme poder estar a solas, pendiente
sólo de ella.
Entro en el local con la prisa que la mano entra en el guante, refugiándome del frío del invierno.
En el interior la vida fluye de manera intensa y fugaz a estas horas del día. Me detengo frente
a la barra donde, como una ofrenda generosa de olores y sabores, se apilan bocadillos
variados, cruasanes y pastas. Un ritual innecesario porque siempre acabo pidiendo el mismo
desayuno y, aunque de sobras lo sabe la camarera, la falta de confianza le obliga a la pregunta
de rutina.
- Buenos días, ¿qué será?
- Buenos días. Un café con leche y un bocadillo de jamón.
- Ahora se lo llevo.
Ella contesta mirando por inercia a las mesas del fondo a la derecha, las repudiadas por la
“A los nietos que convirtieron en niños
a los abuelos y con quienes siguen riendo
en el espacio preciado de juventud”.
11. clientela dada su cercanía con la puerta del lavabo, donde también se almacenan las cajas de
bebida que no encuentran cabida. Me dirijo hacia el rincón con el ipad con la funda para que
al sentarme me sirva de coartada. Me adentro en el escenario, sorteando mesas donde
conviven grupos diversos de clientes, oficinistas, turistas que escogen recorridos alejados del
centro, jóvenes del instituto cercano…
Como estaba previsto, la mesa que queda justo al lado de la mía todavía está vacía.
Mientras reviso el correo y me sirven el pedido, la veo llegar a través de la cristalera. Desde mi
situación inadvertida desgrano cada torpe movimiento del cuerpo diminuto que, apoyado en
la fragilidad de una muñeca, avanza hacia la puerta, susceptible de cualquier torpe desliz. Me
detengo en las arrugas de su rostro tratando de borrar los surcos que la envuelve, inventando
imágenes que puedan dibujar un pasado satinado. Pero la caducidad de la figura amputa toda
posibilidad de imaginarla en otro contexto más primaveral, menos lacónico.
Al llegar a la puerta detiene la marcha y observo cómo estudia la estrategia, levantar primero
una pierna para salvar el escalón de la entrada antes de darse impulso y, más tarde, vencer
esa barrera casi invisible para el resto de la clientela. Pero debe frenar en seco el movimiento
porque casi la atropella un grupo de adolescentes que se habrá saltado alguna clase y que
tiene prisa por entrar antes de que les quiten la mesa. Sólo la última de las chicas atiende con
desgana cuando ella le reclama.
- Por favor, ¿serías tan amable de aguantarme la puerta? Este escalón es tan alto para mí…
Sin contestarle, más pendiente de las primeras burlas de sus compañeros que van ocupando
las sillas, la chica, incómoda, ofrece con un gesto reprimido su mano a la mujer, sin mirar el
cuerpo menudo, encorvado y viejo que le está dando las gracias.
La anciana se aferra al brazo de la joven. La suerte y su destino en cada paso inseguro que
enviste, evitando que en un frágil desliz el fémur le desplome como lo hizo con su vecina,
Margarita, que desde que se lo fracturó, no levanta cabeza y necesita ayuda para todo.
- De verdad, guapa (le dice antes de que la chica escape y vuelva con los suyos), es que,
12. entre el escalón y la puerta, si no ayuda alguien… ¿Cómo te llamas?
- Laura.
- Perdona cariño, no te oigo. ¿Puedes repetírmelo?, le pide la anciana, quien recuerda que
no cambió la pila del audífono.
Sin dejar de mirar a sus compañeros, que siguen divirtiéndose con la escena, la chica le
contesta en voz tan baja que tiene que repetírselo hasta tres ve-ces.
- Laura, dices, ¡qué nombre tan bonito! Yo me llamo Pilar, y tengo un nieto que debe ser de
tu edad. Se llama Víctor. ¡Es tan guapo! Si le conocieras…
Abrumada por la posibilidad de que le saque una foto de ese bolso anticuada y que siga
siendo el blanco de las risas, la chica acaba de cerrar la puerta y dejar a la anciana allí
plantada. Y vuelve con el grupo, con el fastidio de tener que coger una silla de otra mesa
porque, por haberse entretenido, ya están todas ocupadas.
Pilar se queda sola ante la barra, en esa posición central que convertiría al intruso en
protagonista universal de cada acto. Pero el instante se hace eterno y la invisibilidad de su
presencia, humillante.
Al otro lado de la barra, la camarera hace un gesto de complicidad a Laura, como si con ello
avanzara más firme hacia la juventud llena de vida que a la vejez irreversible de Pilar, en un
deseo interminable de arraigarse al bando atractivo y fresco, que desde que cumplió los
cuarenta parece haber perdido.
- Buenos días cariño, le dice Pilar a la camarera. Pero la anciana seguirá andando, sin la
seguridad de su respuesta, porque la otra no contestará, ni levantará la vista del bocadillo que
prepara. Se da la vuelta para manejar la cafetera y sólo le dedica la mirada de reojo, un gesto
parco de barbilla para señalar la mesa del fondo donde, cuando pueda, irá a tomarle nota.
Otro camarero llega de servir alguna mesa y se queda mirando a Pilar por la espalda.
- Para un café con leche tenemos que tenerla entretenida. Más bien estaría con gente de su
edad en algún centro de esos donde los abuelos están cuidados y no aquí. No se dan cuenta
13. de que éste no es un sitio para viejos.
Ahora es cuando, más invisible todavía, Pilar recorre despacio el pasillo de mesas ajustadas y
se dirige al rincón donde tratan de evitarla. La mesa que le oculta del resto de clientes y donde
las cajas de bebidas se amurallan como torres de cartón. Ella calla, acepta la jugada y se ubica
donde se pierde su presencia, en la mesa vacía que hay al lado de la mía.
Yo vuelvo a mis emails ya releídos y sólo levanto la cabeza cuando noto que pasa por mi lado.
Le devuelvo su saludo y la veo abandonarse lentamente en el asiento de la silla, soportando
en este acto un dolor que cada día mina un poco más su autonomía. Y en posición simétrica,
los dos quedamos encarados a la puerta. Ella mirando hacia allí manteniendo su sonrisa y yo
mirándole a ella, de reojo.
Hoy es jueves, su día especial, que sólo ella y yo reconocemos. Apenas pasan un par de
minutos de la hora convenida y Pilar empieza a estar inquieta. Mira su reloj y, cuando levanta
la vista, aprecio su expresión iluminada, como si la primavera inyectara pasión a la piel y brillo
en su mirada. Entonces sé que ha llegado el momento.
El mismo joven alto, delgado y decidido de cada jueves, abre la puerta y sonríe al mirar hacia
la mesa. Es él, Víctor, su nieto.
Laura y otras jóvenes de grupo levantan la vista de inmediato y se intercambian pícaras
miradas. La camarera le sonríe con una efusión desmesurada que contrasta con su apática
actitud de antes. Pero él enfila en línea recta su camino y a pasa largo marca su dirección sin
detenerse. Al verlo, Pilar agita las manos sin control porque sus sentimientos se desbocan.
Víctor sonríe abiertamente y con paso ágil se dirige hacia ella. Y mientras, sigo sus gestos, me
deleito con el preciado instante que retomo cada jueves. Recorro en secreto cada una de las
muestras de cariño innegociable que la anciana le regala.
- Mi niño, mi Víctor, ¡cuánto te he echado de menos!, ¡cuánto has cambiado del jueves
pasado!, ¡estás más delgado!, ¿no has dormido bien? Le estrecha en un abrazo y los besos
que estampa en su mejilla sorprenden a quienes les rodean.
14. NOTA
Se recomienda que, antes de empezar la sesión formativa, los asistentes hayan leído
el cuento para estar familiarizados con los personajes y poder, así, debatir de manera
más fluida.
Entonces doblan en mi mente campanas de amor por alguien que perdí. Me invade la
nostalgia de abrazos que no di, palabras que callé y besos que oculté. Cada jueves me recreo
con las manos de Pilar al otro lado de mi mesa, y me asaltan los recuerdos de aquellos dedos
que empezaron a temblar mientras su memoria le borraba el nombre de las cosas. Entonces
las visitas se hicieron insufribles y decidí apartarme poco a poco de su historia y liberarme, de
una vez por todas, de su muerte decadente.
Y no sé por qué, pero a veces siento que Pilar me abraza y me mece como lo hacía la abuela
Anita. Será éste el motivo por el que siempre que puedo renuncio a agendas y obligaciones
para dejarme querer, como cuando era niño, cada jueves en este ángulo olvidado de la ciudad.
Y no sé por qué, pero creo que Víctor se da por aludido, que mi presencia tan estrecha le
suena familiar y le incomoda. Probablemente deberá renunciar un jueves de estos a los
cincuenta euros que coge cada vez que el despiste de su abuela lo permita. Los encuentra
siempre dobladitos, en el mismo lugar, encajados en la cremallera central del monedero. Y
mientras el nieto recibe el beso de la abuela, su mano, como un número de magia, sustrae la
recompensa por la cita de los jueves. Pilar silencia y aparta la mirada. Víctor piensa lo bien que
le irán estos cincuenta el fin de semana que está, como siempre, a la vuelta de la esquina.
Carmen Hurtado Pedrosa
15. ANÁLISIS DEL CUENTO
En esta historia se pone de manifiesto el maltrato sutil de la sociedad hacia los mayores.
Aunque el peso de denuncia recae sobre un joven, nieto de la protagonista, a lo largo de la
escena otros personajes (camareros, jóvenes y clientes del lugar en general, así como el
mismo narrador) son utilizados para mostrar conductas sociales inapropiadas hacia los
mayores en el día a día de una ciudad cualquiera.
A continuación, desglosamos los perfiles de los personajes que aparecen:
PERSONAJES
CLIENTE NARRADOR: es consciente del maltrato e indiferencia que sufre Pilar. A través de
la narración omnisciente, el personaje muestra sensibilidad y denuncia. Es el encargado de
denunciar el comportamiento social del bar, el interés del nieto en las visitas a su abuela y, a
la vez, confiesa su complicidad en el maltrato por falta de atenciones hacia alguien en el
pasado.
NIETO: Víctor representa un personaje que es consciente de sus acciones (sustrae dinero a
su abuela, queda en interés propio una vez por semana), no muestra culpabilidad por sus
actitudes. Probablemente es un personaje que se mueve entre el amor a quien le cuidó bien
en su infancia y a la vez, se siente en el derecho de compartir esos 50 € por dedicarle este
tiempo de los jueves. No hay resentimiento, aunque sí incomodidad por la mirada del narrador
que lo detecta. En esta figura se describe cierta benevolencia social, en la que se pueda
16. excusar el hurto por la asistencia semanal del nieto, como si el amor y la dedicación familiar
debiera obtener contrapartida. Maltrato bajo muestras de buen trato.
PILAR: la víctima aparece sumisa a los abusos que recibe. Su posición frente al resto de los
personajes muestra una alta vulnerabilidad, tanto física como emocional. La indiferencia con
la que es tratada por los camareros, la mesa incómoda y apartada donde le colocan, así como
los prejuicios sociales que los jóvenes muestran hacia lo viejo, le posicionan en un lugar
indeseable a los ojos del resto de clientes. Es consciente de ello, pero calla en una actitud de
vergüenza y sumisión ante una sociedad que le mantiene al margen. El silencio y la
indiferencia calan en el personaje cuando se siente observada. En contrapartida, la relación
con el nieto es lo que le mantiene alerta y vital. El lector puede sospechar que Pilar debe
conocer el hurto de su nieto, de los 50€ que deja cada semana en el mismo lugar y bien
doblados, coartada que le permite seguir disfrutando de la presencia de Víctor. Acepta el amor
del nieto a cambio de estos chantajes monetarios, y en este punto también hay denuncia
hacia la propia víctima por consentir estos abusos disfrazados de caricias y buenas palabras.
CAMAREROS: Son los personajes que dejan claro su malestar ante la presencia de la persona
mayor. Cuando ignoran su saludo, le indican el lugar al fondo recluido de la sala que debe ocupar, la
diferencia de trato entre ella y el resto de clientes (más jóvenes, vitales y consumidores). Todo ello pone
de relieve una actitud social de rechazo hacia la vejez en una mañana activa de diario, donde fluyen
rápidos los movimientos en contraposición con la lentitud de los gestos de Pilar. El desajuste principal
se da cuando dicen “que ese no es lugar para viejos, que debería estar en centros dedicados para
ellos”. Exclusión social e indiferencia son los rasgos principales denunciables de estos personajes.
17. CHICA JOVEN: representa junto con el grupo de amigos, otra aversión social frente a lo
caduco. La joven siente vergüenza por ayudar a un mayor, por adaptarse al ritmo lento y
ofrecer su mano. Hay una gran distancia en sus actitudes que hacen imposible un
aprendizaje de la madurez en esta figura que huye y se avergüenza de lo viejo.
GRUPO DE JÓVENES: las burlas de los jóvenes cuando alguien del grupo ayuda a una
persona mayor muestran la fuerza social de los estereotipos negativos de la vejez. Hay un
desprecio explícito con estas risas a la interacción entre lo joven y lo anciano, y a la vez, la
invisibilidad social hacia Pilar se pone de manifiesto cuando el grupo entra alterado y rápido
en el local, sin atender la fragilidad física del mayor.
REFLEXIÓN Y DEBATE
Tras la lectura del cuento y del análisis de los personajes, se propone trabajar con el grupo
de forma activa. Para ello, se plantean cuestiones sobre la historia contada susceptibles de
generar debate, donde se pongan de manifiesto diferentes puntos de vista sobre el maltrato
en la vejez.
A continuación, facilitamos una serie de cuestiones que pueden servir al formador como
ejemplo para empezar y facilitar el debate.
PREGUNTAS SOBRE LA VEJEZ
¿Consideras a Pilar una persona mayor?
18. ¿Es por ello más vulnerable que el resto de personajes del Bar?
¿Pilar tiene las mismas necesidades que cuando era más joven?
¿Las personas mayores pueden ser bellas?
¿El aspecto físico de Pilar puede provocar rechazo al resto de personas del bar?
¿Qué tiene de valiosa la vejez que no tienen otras etapas de la vida?
PREGUNTAS SOBRE ESTEREOTIPOS
¿Cómo crees que es valorada la presencia de Pilar por el resto de clientes?
¿Es adecuado que Pilar vaya cada jueves al bar y se encuentre allí con su nieto?
Si Pilar fuese más joven, ¿el trato hubiese sido diferente? En caso afirmativo, ¿en qué
cambiaría?
¿Por qué crees que los compañeros se burlan de la joven que intenta ayudar a Pilar?
¿Por qué Pilar parece aceptar todos estos desprecios sin importarle?
Las personas mayores son dependientes, están enfermas, necesitan de los demás para
poder vivir adecuadamente, se les puede lastimar y engañar con mayor facilidad,
¿Observas alguno de estos estereotipos en el cuento?
PREGUNTAS SOBRE MALTRATO
¿En qué situaciones crees que no es bien tratada Pilar en el Bar?
¿Crees que las personas que lo ven tendrían que hacer alguna cosa?
Si Pilar fuera más joven, ¿crees que le pasaría lo mismo?
¿Es adecuada la actitud de Víctor?
¿Crees que Pilar siente como abusiva la actitud del nieto? Y si es así ¿Por qué lo consiente?
19. En la sensibilización primaria del maltrato sutil mediante la educación, en la responsabilidad
social y en la conciencia individual de estos maltratos permitidos, está la clave para
traspasar la línea entre el Maltrato y el Buen Trato a los mayores (Carmen Hurtado).
¿Qué tipos de maltrato sufre Pilar?
¿Cómo crees que se ha sentido Pilar en esta historia?
PREGUNTAS SOBRE BUEN TRATO
¿Qué situaciones cambiarías de esta historia para que hubiese un buen trato?
Si estuvieses en el cuento, ¿qué podrías hacer para fomentar un buen trato?
Escoge un personaje e intenta cambiar su papel en la historia para generar un buen trato.
Identifica características positivas de Pilar.
¿Algún personaje del cuento muestra empatía hacia Pilar?
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN GENERAL
¿Te parece real esta historia?
¿Crees que esta situación se da de forma habitual?, ¿Conoces algún caso similar?
¿Te identificas con algún personaje de esta historia?
¿Por qué el maltrato va unido a las personas más débiles?
¿Son diferentes las necesidades y deseos de las personas mayores a las de personas
más jóvenes?
20. IDEAS PARA EVITAR EL MALTRATO A LAS PERSONAS MAYORES
Educar en los valores positivos que poseen los mayores.
Introducir los conceptos maltrato y buen trato en los cursos de formación para profesionales
que trabajen con personas mayores.
Realizar programas y actividades intergeneracionales que ayuden a fomentar la solidaridad
entre generaciones y a reducir estereotipos.
Realizar campañas de concienciación sobre el maltrato a personas mayores.
Hacer visible el maltrato sutil.
Trabajar por la justicia social para conseguir la igualdad de derechos para las personas mayores.
Tomar conciencia de los estereotipos peyorativos hacia las personas mayores.
Denunciar cualquier sospecha de maltrato.
Empoderar a las personas mayores para que conozcan y defiendan sus derechos.
BIBLIOGRAFÍA
• Ayuntamiento de Madrid (2013). Buen Trato a las Personas Mayores. Dirección General de Mayores. Área de Gobierno de Familia y Servicios
Sociales. Madrid.
• Goikoetxea M. (2013). Ética y buen trato a personas mayores. Sociedad y Utopía. Revista de Ciencias Sociales, n.º 41. (pp. 424-448). Facultad
de Psicología y Educación Universidad de Deusto de Bilbao.
• Kessel, H. Marín, N. Maturana, N. (1996). La Declaración de Almería sobre el Anciano Maltratado. Revista Española de Geriatría y Gerontología
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• Tabueña M. y Muñoz J. (2012). Guia local per fer front als maltractaments de les persones grans. Diputació de Barcelona.
• Triado C. y Villar F. (2006). Psicología de la Vejez. Alianza Editorial. España.